sábado, 15 de noviembre de 2014

Los símbolos patrios

 En lo personal ver la bandera, el escudo nacional o simplemente escuchar la tonada del himno, es algo que me enchina la piel, ya que son parte de mi país de mi identidad.
Ir caminando por las calles y observar como algunas casa tienen la bandera en sus ventanas, en las marquesinas me llena de emoción, ya que a pesar de lo que ocurra en el país, ya sea delincuencia mal gobierno aún se tiene ese sentimiento de ser mexicano de ver con orgullo a tu bandera a tu escudo, ¿cuantos no intentamos hacer el escudo nacional poniendo una moneda de 10 o de 5 pesos de tras de un papel y coloreando con lápiz?

Cantar el himno gran parte de tu vida y en especial en toda tu infancia con honores a la bandera en la primaria y secundaria, que si no cantabas te regañaban, pero que te enseño a amar a tu himno sus letras entenderle y saber que esta la historia de toda una nación, en una canción que es por ley la canción que todo mexicano se sabe bien o mal o pero la canta. 

Típicas frases de mamas mexicanas

Breve explicación de la comida mexicana


La cocina tradicional mexicana, que cuenta con una gran difusión en todo el mundo, está basada principalmente en platillos hechos a base de chile, frijol y maíz, este último es su máximo representante, con más de siete milenios de antigüedad y según los mayas, fue creación de los dioses y a partir del cual crearon la humanidad. El origen y cultivo de este nutritivo y rico elemento ha sido base de la alimentación de todas las culturas de México, por lo que no es considerado solo como un alimento, si no que es también un símbolo de creencias y de identidad cultural.
No existe un concepto único de cocina mexicana, ya que, aunque se mantienen ciertos ingredientes y tendencias comunes entre la diversidad, se establecen diferencias de región en región, y cada estado mexicano posee sus propias recetas y tradiciones culinarias.
Es importante resaltar que la cocina mexicana tiene carácter propio y diferenciado de las otras cocinas del mundo. Parte de su valor esta en el número de ingredientes que utiliza, en su amplia gama de sabores, colores y texturas, en la presentación de los platillos y en las técnicas de cocina que le son propias. La Cocina de Méxicose caracteriza por incluir tradiciones gastronómicas principalmente españolas e Indígenas. Si se propusiera el rastreo de todas las influencias que recibió la cocina mexicana, esta introducción se convertiría en una lista de gastronomías nacionales. Basta con señalar que la cocina mexicana no es ajena a las de Asia, el Medio Oriente, el resto de América Latina e incluso, de las cocinas africanas.

LA COCINA MEXICANA se encuentra entre las primeras en lograr el galardón como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, cocina que se ha convertido, junto a la de Francia y la dieta mediterránea, en las primeras del mundo que forman parte de ese patrimonio y por tanto sienta precedente para que a partir de ello, otras cocinas puedan ser postuladas, si reúnen, evidentemente, los requisitos exigidos por la UNESCO.

El novato

SOBRE LAS FRASES DE MAMÁ

Cómo es el mexicano

La tradición mexicana

sábado, 8 de noviembre de 2014

Cómo hacer encabronar a un chilango.


¿Cuál es la imagen que México proyecta al mundo estos días?

 La respuesta no es muy difícil de obtener: todo depende a quién se le pregunte. Si uno observa los indicadores de performance o acción de la economía, la política y el sector social, México todavía es un país con muchos problemas. La imagen que estos datos arrojan son los de un país con un pobre desempeño económico, con altos índices de corrupción, con una violencia criminal sostenida, y con un nivel educativo muy por debajo del promedio de los países emergentes.

 Si uno  pregunta a los ciudadanos de países con cercanía a México, Canadá, EUA, Japón o Francia, el imaginario es una mezcla de exotismo cultural, naturaleza y turismo de buen nivel, una violencia galopante asociada con cárteles de drogas y un país “promesa”. 


Si uno le pregunta al gobierno federal, encabezado por el presidente Enrique Peña Nieto, el imaginario que proyectamos es el de un país “en movimiento”, con reformas clave en sectores energético, político y educativo, lo que nos vuelve un país atractivo para las inversiones, el turismo y el comercio. ¿Cuál de estas versiones es la correcta?
Desde los orígenes del Estado-Nación, los países han estado interesados en la manera como son percibidos por otros, sean sus vecinos amistosos o sus lejanos enemigos. Por supuesto, esta preocupación es legítima.

Primero, porque para consolidarse dentro del sistema internacional los países tenían que ser aceptados y reconocidos de manera recíproca por sus pares a través de un juego diplomático bien conocido.
 
Segundo, porque este juego de reconocimiento estaba basado en percepciones de hegemonía y periferia y por tanto, se refleja en la manera como las imágenes proyectan a una nación en el exterior. Durante el periodo comprendido entre los siglos XVII y XIX los gobiernos no sólo estaban preocupados por la administración de sus poderes domésticos, sino que tenían que poner atención a la manera como eran vistos en el exterior. Se puede decir que la sobrevivencia geopolítica dependía, en cierta medida, de estas percepciones. Podemos decir con seguridad que a través de la historia, los países han intentado construir una imagen que los represente de mejor manera en la arena internacional, por razones hegemónicas, de defensa o de cooperación.

En nuestros días, la Globalización incorpora nuevos actores que participan de las relaciones internacionales directa e indirectamente. La complejidad es mayor. Hoy en día, es relativamente fácil construir o diseminar estereotipos y simplificaciones de los otros en los medios digitales e impresos, haciendo caracterizaciones de sociedades o países que reflejan prejuicios e ignorancia del emisor.
Algunos de estos pueden ser positivos (por ejemplo, Brasil y el fútbol soccer) y otros pueden ser devastadores (Afganistán, una nación de terroristas). Sin embargo, hay algo de paradójico en todo esto. En un mundo donde las fuentes de información son tan vastas y el acceso a ellas es relativamente sencillo, seguimos construyendo ideas sobre otros países a partir de estereotipos y simplificaciones banales o inexactas.
Es claro que hoy en día el gobierno y la sociedad mexicanos enfrentamos una batalla muy compleja contra el crimen organizado, y muy especialmente contra el narcotráfico y sus cárteles. Ejemplos: más de veinte mil personas han perdido la vida en enfrentamientos con el crimen organizado en los últimos quince meses, desde la toma de posesión del nuevo presidente, y otros aspectos criminales relacionados se incrementaron notoriamente, sobresaliendo la trata de personas, el secuestro, el robo de autos y el comercio de drogas y armas ilegales.
Zonas enteras del país han sido declaradas como riesgosas o francamente intransitables por gobiernos extranjeros en alerta a sus ciudadanos, especialmente en Michoacán y Tamaulipas
Ciertamente, México enfrenta dificultades enormes y que repercuten en su imagen internacional y por tanto su reputación. Por tanto, el reconocimiento de esta realidad y su adecuada contextualización por parte del gobierno de México a través de una buena diplomacia pública en los medios internacionales es indispensable.
Con todo, la mala fama de nuestro país en el exterior es relativamente reciente. En los años noventa hice un estudio de la imagen de México a nivel internacional. Entre los resultados me encontré que México se asociaba con siete símbolos principalmente: Frida Kahlo, tequila, los aztecas, las pirámides, las playas, corrupción y sombreros. Es decir, folclor y exotismo; pero en el mejor de los casos, no había muchas asociaciones negativas.
 En un estudio realizado en 2004 por el Consejo Mexicano de Comercio Exterior para evaluar lo que pensaban los miembros del TLCAN de sus vecinos, Canadá y EUA percibían a México como un país pobre, injusto, expulsor de migrantes, peligroso, dividido, tradicional y con playas soleadas. Hace un par de años, The Anholt-GfK Roper Nation Brands Index elaboró un estudio para México sobre su imagen internacional. De cincuenta naciones analizadas, México estaba en el lugar 31, siendo el campo político, o de gobierno, el más perjudicial para su imagen, seguido de la percepción de sus exportaciones y el de oportunidades para inversión. Los temas más positivos fueron el de la cultura y las cualidades de la gente de México, vistos como hospitalarios y amigables. Como dato curioso, los estadounidenses eran los más proclives a tener una percepción de México más negativa y los latinoamericanos, en general, más positiva. Hay muchas lecciones que aprender de todo esto.
¿Qué hacer en este 2014 con la imagen de México?
 Es importante reconocer, prima facie, que México debe encarar los problemas que tiene frente a sí, y darle soluciones reales y honestas. Programas contra la corrupción, de desarrollo social y educativo deben ser el eje de una estrategia desde abajo. La propaganda no es opción: ni somos el mejor país del mundo, ni vamos a acabar los problemas que tenemos de la noche a la mañana.
Lo segundo es desarrollar un mejor aparato de comunicación internacional y contar con un programa ambicioso de diplomacia pública y cultural que nos permita resaltar, matizar y contextualizar lo que es importante para el país (subrayando nuestra potencia cultural) y la imagen que queremos dar al exterior. Finalmente, debemos reconocer que solo en la medida que recuperemos la salud democrática, nuestra capacidad productiva y la consolidación de instituciones que nos brinden certeza y justicia, encontraremos la clave para proyectar un país respetable a nivel internacional.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

¿Por qué la cucaracha ya no puede caminar?

En este artículo no hacemos referencia al animal que la mayoría de las personas odia ver y también odian el crujido que hacen al ser aplastado, no, nos referimos al famoso corrido que todos los mexicanos sabemos por excelencia; desde que somos muy pequeños nos enseñan esa canción, no sé si sea por la tonada pegajosa o por la letra muy fácil de aprender pero lo que sí sé (y casi todo el mundo lo sabe) es que la cucaracha no puede caminar porque le falta una patita.
No se sabe a ciencia cierta cuál es la razón del porque se hizo esta canción pero lo que si podemos decir con certeza es que  es un corrido que se volvió muy famoso en la Revolución Mexicana,  y en torno a esto hay dos historias acerca de esta popular canción.

El primero gira entorno a Pancho Villa, ya que este personaje tan simbólico de la revolución viajaba con sus guardias en un Ford T y los brazos y piernas de estas personas salían del automóvil y los que lo veían pasar por las calles decían que parecía una cucaracha.
La segunda versión cuenta que esta misma canción fue hecha por las tropas constitucionalistas  para Victoriano Huerta, decían que este personaje igual de emblemático para la revolución consumía marihuana (a esta planta se le conocía en aquel entonces como cucaracha) y esta canción la habían compuesto para él en son de burla.


13 señales de que creciste en la ciudad de Mexico